CRÍMENES EXCELENTES. DELITOS DE CUELLO BLANCO, CRIMEN ORGANIZADO Y CORRUPCIÓN
$39.000 $24.000
AUTOR: JULIO E. S. VIRGOLINI
AÑO: 2008
PÁGINAS: 295
ISBN: 987-9120-62-0
EDITORIAL: EDITORES DEL PUERTO
TAMAÑO: 15 x 23 CM
ENCUADERNACIÓN: RÚSTICA
1 in stock
Description
NOTA:
Uno de los aciertos del autor es, sin duda, la formulación de que el delito de cuello blanco, entendido como sinónimo de delincuencia económica, pertenece a un sistema condicionado por la forma en que se ha construido la cuestión criminal. Si esta cosmovisión es cristalina en materia de delitos convencionales, no aparece tan visible en la delincuencia económica, y es aquí donde esta tesis aporta sus notas sobre las características que exhibe la construcción de la cuestión criminal, que muestran bien a las claras el porqué de la elaboración de un derecho penal, custodio de la sensibilidad de los grupos hegemónicos, y la razón de su esquelético o nulo desarrollo cuando se trata de las prácticas ilegales del mercado. En el desarrollo de esta posición teórica, se hace hincapié en dos momentos diferenciados de la legitimidad, emergentes de los presupuestos empíricos; en uno se ubica la existencia de la ley como único instrumento de las relaciones sociales, como mecanismo que regula la convivencia en una asociación política; en otro, posterior, aparece la racionalidad del sistema, que puede distorsionarse o apartarse del primero, a partir de su operatividad técnica; es en este tramo donde el derecho degrada la condición de ciudadanos y los transforma en objetos de la arbitrariedad del poder, desplazándolos del campo de la ley a una zona que está fuera de la ley. Estas reflexiones concluyen lógicamente en un aserto visible: la legitimidad política sólo admite relaciones inclusivas a través de la presencia y operatividad de un derecho compartido, sin duda, la contrapartida de la exclusión. En este marco debe escrutarse el verdadero rol de fa criminología, históricamente empeñada en explicar la etiología de conductas definidas por la violencia y sus efectos impactantes en el tejido social. Así se abren perspectivas de una cosmovisión distinta, una criminología reflexiva con sus raíces hundidas en la conformación económica social y un discurso sensible a las determinaciones políticas. No obstante los riesgos de una descategorización disciplinar, la criminología moderna no puede ignorar las bases empíricas ni tampoco desconocer la incidencia de las instancias políticas; un enfoque que es culminación de una esforzada obra de investigación y que, al mismo tiempo, conduce hacia la verdadera naturaleza de los fenómenos criminales que afectan los derechos sociales y económicos.